Lady Gaga volvió a los escenarios con todo el poder de su nuevo tour MAYHEM Ball, que arrancó en el T-Mobile Arena de Las Vegas con un show explosivo, teatral y lleno de contrastes.

Después de dos años sin salir de gira, la artista presentó en vivo su nuevo álbum y revivió momentos inesperados de su trayectoria musical, como el regreso de “Summerboy”, una joya de sus inicios que no interpretaba desde 2007.

La noche estuvo llena de sorpresas: muletas, coros góspel, y una versión oscura de “Million Reasons” que emocionó al público. Uno de los momentos más celebrados fue cuando Gaga rescató Artpop, ese disco incomprendido que hoy vuelve con fuerza gracias a temas como “Aura” y “Applause”, en un acto que pareció un reencuentro con su lado más provocador.

El cierre fue tan potente como simbólico con “Artpop” sonando a todo volumen, mientras los fans vibraban con un espectáculo que mezcló misticismo, glamour y rebeldía. La gira ya tiene paradas confirmadas en ciudades de todo el mundo, incluyendo Barcelona, donde la cantante actuará tres noches a finales de octubre. Gaga ha vuelto y no está dejando nada en silencio.