La talentosa Billie Eilish, a pesar de su éxito, no duda en señalar una de sus icónicas canciones como "la más estúpida del mundo."

En una inusual muestra de autocrítica, Billie Eilish, la talentosa cantante de 21 años, ha cuestionado una de sus propias creaciones musicales, a pesar de su indiscutible éxito. Durante una reciente aparición en el programa "Jimmy Kimmel Live!" junto a su hermano Finneas, Billie compartió sus pensamientos sobre una de sus icónicas canciones de 2019.

Sorprendiendo a la audiencia, Billie Eilish declaró: "Bueno, objetivamente ‘Bad Guy’ es como la canción más estúpida del mundo." Sin embargo, rápidamente matizó sus comentarios al agregar con entusiasmo: "¡Pero es realmente buena! Dios mío, no se queden sin aliento". La joven artista señaló que la canción, a pesar de su simplicidad, logra su cometido al ser ridícula y divertida al mismo tiempo.

"Bad Guy" se convirtió en el quinto sencillo de su álbum debut. La actitud desenfadada y algo irónica de la canción se manifiesta en la repetición de la palabra "duh" (obviamente) durante la canción, lo cual Billie mencionó durante su entrevista. A pesar de su simplicidad, la canción alcanzó un gran reconocimiento y se hizo acreedora a premios Grammy en las categorías de grabación y canción del año.

 

Jimmy Kimmel destacó cómo sus hijos disfrutan de la parte "duh" de "Bad Guy" y reflexionó sobre la idea de ser más ingenioso de lo que uno cree. Billie respondió afirmando: "Finneas y yo, al mismo tiempo, ambos realmente no estamos de acuerdo cuando un artista odia mucho su música. Ambos somos grandes admiradores de lo que hacemos y amo mi propia música. Definitivamente cambia y se transforma, y conmigo se convierte en lo que sea, pero todavía me da vergüenza ajena. Aunque la aprecio."

La honestidad de Billie Eilish al criticar "Bad Guy" ofrece una perspectiva única sobre la relación que un artista puede tener con su propio trabajo. Aunque pueda considerar una de sus canciones como "la más estúpida del mundo," la artista valora la diversión y la singularidad que esta aporta a su catálogo musical. Este episodio de autocrítica demuestra la humildad y la apreciación que Billie Eilish tiene por su propia evolución artística.