La banda británica Blur se convirtió en pionera al enviar una melodía a Marte como parte de la misión espacial Beagle 2 en 2003.

 Aunque el destino final de la sonda fue incierto, la contribución musical de Blur dejó una huella en la exploración espacial y cumplió el sueño del bajista Alex James, quien siempre ha sentido fascinación por el espacio.

La infinita curiosidad humana por el espacio y otros planetas ha llevado a realizar numerosas expediciones para explorar lo desconocido y llevar consigo nuestras expresiones culturales, incluyendo la música popular. Sin embargo, pocos saben que Blur se convirtió en la primera banda en "sonar" en Marte.

El interés por el espacio siempre ha estado presente en la trayectoria de Blur, especialmente evidente en la canción "Far Out" del álbum "Parklife", donde el bajista Alex James entona una lista de estrellas y lunas, demostrando su obsesión cósmica. Fue precisamente este interés, sumado a otros factores, lo que llevó a los demás miembros de la banda a involucrarse en la creación de una melodía especial para Marte.

El 2 de junio de 2003, la Agencia Espacial Europea lanzó la sonda espacial Beagle 2, construida por estudiantes británicos con el objetivo de buscar signos de vida en Marte y recopilar información importante sobre el entorno marciano, como su composición química, geología y clima. Sin embargo, los involucrados en la misión deseaban llevar algo más al famoso "planeta rojo". Fue así como contactaron a Blur, quienes aceptaron participar sin dudarlo, emocionados por dejar su huella en un momento tan trascendental.

En lugar de contribuir con una canción de su catálogo, Blur compuso un tema instrumental compuesto por nueve notas, que evocaba una sensación cósmica. De esta manera, la banda británica se convirtió en la primera en enviar una melodía a Marte. Pero más allá de eso, la melodía también se utilizó como la señal de llamada para el módulo de aterrizaje del Beagle 2 del Reino Unido.

En este proyecto también se sumó el artista Damien Hirst, viejo amigo de la banda y responsable de la icónica portada de "The Best Of" de Blur. Hirst creó una de sus pinturas emblemáticas de manchas, que se utilizó como carta de calibración de los instrumentos a bordo del Beagle. Así que, en resumen, esta sonda espacial llevaba consigo toda la esencia británica.

El 2 de junio de 2003, el Beagle 2 partió rumbo a Marte junto con las creaciones artísticas de Blur y Damien Hirst. Lamentablemente, la misión enfrentó complicaciones y no logró aterrizar en el "planeta rojo" el 25 de diciembre de ese mismo año, como se había previsto. La comunicación con la sonda se perdió y, después de varios esfuerzos, oficialmente se dio por perdida el 6 de febrero de 2004. Durante mucho tiempo, el destino de la melodía de Blur en Marte fue desconocido. Sin embargo, el 16 de enero de 2015, casi 12 años después del lanzamiento, se descubrió la posición del Beagle 2 en la superficie marciana gracias a las imágenes captadas por una cámara de la NASA.

 

 

 

Lo más sorprendente fue que, a través de las fotos, se pudo apreciar que la sonda estaba intacta en el suelo. En una entrevista para The Verge, Mark Sims, director de la misión Beagle, declaró que tanto la melodía de Blur como la obra de Damien Hirst viajaron 54.6 millones de kilómetros hasta Marte y llegaron como se esperaba. Aunque no se puede confirmar si el Beagle 2 reprodujo efectivamente la melodía instrumental de Damon Albarn, Alex James y Dave Rowntree, Sims afirmó que "probablemente sonó en Marte". Este logro destacado demostró que tanto la sonda como la melodía seguían vivas y presentes en el planeta rojo.

A pesar de que nunca sabremos con certeza si Blur "sonó" en Marte, su contribución como los primeros músicos en enviar una canción al "planeta rojo" es innegable. Alex James logró cumplir uno de sus más grandes sueños, y Blur dejó su marca en la historia de la humanidad y la exploración espacial. ¿Quién diría que la música británica traspasaría los límites terrestres de esta manera?

Blur, la banda británica, se convirtió en una pieza clave en la exploración espacial al ser los primeros músicos en enviar una melodía a Marte como parte de la misión Beagle 2. Aunque el destino final de la sonda fue incierto, la música de Blur y la obra de Damien Hirst viajaron millones de kilómetros hasta el planeta rojo, dejando una huella artística y cumpliendo el sueño de Alex James. Aunque nunca sabremos si su melodía "sonó" en Marte, su contribución marca un hito significativo en la historia de la humanidad y la exploración espacial.