Porque si algo ha demostrado Rihanna, es que sabe elegir canciones que brillan para siempre.

Antes de que Rihanna la convirtiera en un himno global, Diamonds estuvo a punto de tener otra voz. En 2012, mientras Benny Blanco y Stargate trabajaban en la melodía en un estudio de Manhattan, pensaron en enviársela a Eminem o Kanye West. Sia, que por entonces ya componía para otros artistas, escuchó el beat mientras esperaba un taxi… y en solo 15 minutos escribió la letra, grabó la demo y dejó listo el tema.

La canción duró meses sin rumbo hasta que los productores decidieron ofrecérsela a Rihanna, con quien ya habían trabajado en Only Girl y Umbrella. Ella escuchó la maqueta con la voz de Sia cinco veces seguidas y no dudó: Diamonds sería suya. Irónicamente, ese mismo día, el manager de Eminem respondió interesado en grabarla, pero ya era demasiado tarde. El diamante había encontrado su dueña.

No es la primera vez que Rihanna se adelanta con su “radar de hits”. Canciones como Umbrella y We Found Love también estaban pensadas para otras artistas, pero ella supo ver su potencial. Hoy, con nueve años desde su último álbum, los fans seguimos esperando que ese radar vuelva a activarse.