El cantante británico dejó a sus fans boquiabiertos al completar los 42 kilómetros de la prestigiosa carrera sin previo aviso. Aunque intentó camuflarse, su presencia no pasó inadvertida.

Si alguna vez pensaste que Harry Styles solo brillaba en los escenarios, piénsalo de nuevo. El artista británico sorprendió a todos al participar en la Maratón de Tokio, una de las pruebas de resistencia más exigentes del mundo. Sin previo aviso, sin publicaciones en redes y sin pistas de su hazaña, el cantante se presentó en la línea de salida con una cinta blanca en la cabeza, gafas oscuras y ropa deportiva, mezclándose entre los corredores. Sin embargo, su intento de anonimato no fue suficiente: alguien le reconoció y, en cuestión de minutos, la noticia explotó en las redes.

Un tiempo impresionante para un debut en maratón

A pesar de no ser un atleta profesional, Styles completó la carrera en 3 horas, 24 minutos y 7 segundos, un tiempo que muchos corredores aficionados aspiran a lograr. Su desempeño fue constante, manteniendo un ritmo firme durante toda la prueba, sin signos de agotamiento extremo en la segunda mitad del recorrido. Parece que la disciplina del cantante va más allá de la música y la moda: también aplica para el deporte de alto rendimiento.

Un corredor discreto, pero no lo suficiente

Lo más curioso es que nadie tenía idea de su participación. No hubo publicaciones previas, fotos con el dorsal ni historias de Instagram documentando su preparación. De hecho, su presencia se descubrió gracias a la locutora británica Adele Roberts, quien compartió una imagen suya durante la maratón... y en el fondo de la foto, corriendo entre los demás participantes, estaba Harry Styles. Sus fans hicieron el resto, viralizando la imagen en cuestión de minutos.

Su atuendo para la ocasión fue sobrio: sudadera negra, pantalones deportivos, gafas de sol y zapatillas diseñadas para largas distancias. Aunque intentó pasar desapercibido, la combinación de su inconfundible estilo y su popularidad hizo que fuera identificado rápidamente.

¿Qué será lo próximo? ¿Un Ironman? ¿Escalar el Everest?

Después de este logro, surge la pregunta: ¿hay algo que Harry Styles no pueda hacer? Su lista de talentos sigue creciendo, y lo de Tokio no parece un golpe de suerte. Durante años ha sido visto corriendo en Londres y Los Ángeles, lo que demuestra que se ha tomado el running en serio.

Pero esta no es la única habilidad inesperada de Styles. Desde su incursión en el cine con películas como Dunkerque y My Policeman, hasta el éxito de su marca de belleza Pleasing, el británico sigue sumando logros fuera de la música. También ha marcado un antes y un después en la moda, convirtiéndose en el primer hombre en posar en solitario en la portada de Vogue y desafiando las normas tradicionales con su estilo personal.

A esto se suma su carisma inigualable. Es de los pocos artistas que logran caer bien a casi todo el mundo, incluso a quienes no siguen su música. Sus entrevistas, ocurrencias en el escenario y su simpatía en redes sociales lo han convertido en un ícono global difícil de odiar.

Con este nuevo desafío superado, no sería raro que su próxima meta sea completar un Ironman, incursionar en el alpinismo o incluso convertirse en piloto. Sea cual sea su siguiente aventura, hay algo seguro: lo hará con el mismo estilo, disciplina y carisma que lo caracterizan.