La cantante pop formó parte de una tripulación completamente femenina que viajó más allá de la atmósfera terrestre en una misión suborbital lanzada desde Texas. La cápsula regresó con éxito al desierto tras un vuelo corto pero trascendental.

 

Katy Perry cambió el escenario por las estrellas al convertirse en una de las protagonistas del más reciente lanzamiento espacial de Blue Origin, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos. Este lunes, desde las áridas tierras de Texas, despegó una cápsula del cohete New Shepard, llevando consigo a una tripulación compuesta exclusivamente por mujeres, marcando así un antes y un después en la historia de los vuelos espaciales en Estados Unidos.

La misión, completamente automatizada, no requirió intervención técnica por parte de las tripulantes, lo que les permitió concentrarse en vivir la experiencia de cruzar la línea de Kármán —frontera reconocida del espacio— alcanzando una altitud aproximada de 105 kilómetros. Durante el vuelo, las pasajeras experimentaron varios minutos de ingravidez, flotando libremente dentro de la cápsula. En total, el recorrido duró cerca de diez minutos antes de que el módulo descendiera de forma segura y controlada en medio del desierto texano.

Entre las seis mujeres a bordo se encontraban la periodista Gayle King, la filántropa y aviadora Lauren Sanchez —prometida de Bezos— y la estrella pop Katy Perry, quien sorprendió a muchos al llevar consigo una margarita como símbolo de conexión con la Tierra. Esta misión no solo fue un espectáculo mediático, sino también un paso simbólico hacia la inclusión de más mujeres en el mundo de la exploración espacial, tradicionalmente dominado por hombres.

“Este vuelo representa un hito, no solo para el turismo espacial, sino para el futuro de la humanidad y el papel de las mujeres en la ciencia, la tecnología y más allá”, declaró Perry en una entrevista previa al lanzamiento con The Associated Press. Su entusiasmo reflejó el espíritu de la misión: inspirar a las nuevas generaciones y abrir puertas para que otras mujeres también puedan mirar al cielo como un destino posible.

Este histórico viaje femenino no solo desafió la gravedad, sino también las expectativas. Mientras la cápsula tocaba tierra nuevamente entre aplausos y emoción, quedaba claro que el espacio está dejando de ser una frontera lejana y exclusiva para convertirse en un territorio más accesible, diverso y, ahora, también con presencia femenina de alto perfil.