El icónico artista ofreció una emotiva actuación en la ceremonia que marcó el renacimiento de la catedral parisina tras cinco años de reconstrucción.

La Catedral de Notre Dame, símbolo histórico de París, reabrió sus puertas con un espectáculo lleno de música y emoción, y Pharrell Williams se convirtió en uno de los protagonistas de la jornada. Acompañado por el coro gospel Voices of Fire, el cantante interpretó su éxito mundial Happy y la conmovedora canción Joy, en una actuación que quedará grabada como parte del renacer de este emblemático lugar.

Un concierto inolvidable para una reapertura histórica

El espectáculo, que fue grabado el viernes y transmitido el día de la reapertura, reunió a 70 integrantes del coro vestidos con túnicas satinadas blancas que rodearon a Williams en una puesta en escena cargada de simbolismo. Voices of Fire, proyecto que Pharrell fundó junto a su tío, el pastor Ezekiel, aportó un toque espiritual y festivo al evento, que celebró la resiliencia de Notre Dame tras el devastador incendio de 2019.

"Es un honor haber formado parte de este momento histórico. Nos sentimos bendecidos de haber podido cantar en la reapertura", expresó Pharrell en sus redes sociales, donde sus seguidores lo llenaron de mensajes de admiración y cariño. "Tu energía y creatividad nunca dejan de inspirarnos", escribió un fan, mientras otros destacaban la belleza y la emotividad de su participación en el evento.

Artistas de renombre unidos por Notre Dame

Además de Pharrell, la ceremonia contó con la participación de artistas internacionales como el violinista sueco Daniel Lozakovich, quien interpretó el Aria de la 3.ª suite para orquesta de Bach; el pianista chino Lang Lang, con el Concierto n.º 2 de Saint-Saëns; y la soprano sudafricana Pretty Yende, quien conmovió al público con Amazing Grace.

También se unieron la cantante franco-beninense Angélique Kidjo, interpretando Jerusalema, y el DJ francés Michaël Canitrot, quien cerró el evento con un espectáculo de luces proyectadas en la fachada de la catedral. Entre los asistentes destacados estuvo Bernard Arnault, dueño del grupo LVMH, que ha contribuido significativamente a la reconstrucción de Notre Dame con una donación de más de 200 millones de euros.

Un pasado curioso y nuevos proyectos de Pharrell

A pesar de su éxito global, Pharrell no olvida sus humildes comienzos. En una entrevista para BBC Radio 2, confesó que su primer trabajo fue en McDonald’s, de donde fue despedido tres veces. "Era un vago y no paraba de comer Nuggets de pollo", bromeó el cantante. Sin embargo, su pasado no ha impedido que se aventure en el mundo de la hostelería, con proyectos como el Goodtime Hotel en Miami y la adquisición de un hotel de lujo en París.

París, además de ser la sede de su último proyecto hotelero, se ha convertido en un lugar clave para Pharrell, gracias a su colaboración con LVMH y su próxima participación en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos como portador de la antorcha olímpica.

Un renacer cargado de esperanza

La reapertura de Notre Dame no solo marcó el regreso de un ícono arquitectónico, sino también la celebración de su capacidad para unir a personas de todo el mundo a través del arte y la música. Pharrell Williams, con su talento y carisma, encapsuló el espíritu de este renacimiento, dejando claro que la música sigue siendo una fuerza poderosa para la sanación y la esperanza.