Después de un año complicado en lo físico, Pink ha decidido bajarle el ritmo para concentrarse en su recuperación.

La artista, conocida por sus shows llenos de energía, tuvo que cancelar un concierto en Suiza el año pasado por recomendación médica. Aunque intentó continuar con su gira Summer Carnival, el esfuerzo le pasó factura y cerró el tour antes de lo planeado.

Tras terminar la gira, Pink confesó que venía cantando con un bíceps desgarrado y daños en ambas rodillas. Ya pasó por cirugía en el hombro y también en una rodilla, y desde entonces ha estado enfocada en la rehabilitación. En este tiempo se ha dejado ver en familia, retomando poco a poco actividades suaves y hasta se animó a cantar en un evento benéfico, eso sí, sin acrobacias.

Aunque no hay fechas para volver al escenario, su mensaje a los fans ha sido claro: no se despide. “Necesito sanar primero, pero cuando regrese, lo haré más fuerte que nunca”, dijo Pink, dejando claro que su espíritu sigue intacto, aunque ahora su prioridad es cuidarse.