Fue en junio de 1980 cuando Queen decidió arriesgarse con un sonido diferente, y el resultado fue todo un éxito.

The Game, su octavo álbum de estudio, cumple 45 años y sigue siendo uno de los más recordados por marcar un antes y un después en su trayectoria musical.

Este disco fue el primero en el que la banda se animó a usar sintetizadores y explorar ritmos más cercanos a la música dance. Lo grabaron en dos etapas —una en 1979 y otra a inicios de 1980— y contaron con el productor Reinhold Mack, quien ayudó a abrir nuevas puertas sonoras. “Ahí fue cuando empezamos a salirnos de lo que era normal para nosotros”, recordó Brian May.

El riesgo funcionó: The Game llegó al número uno tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, y vendió alrededor de 12 millones de copias a nivel global. Temas como Crazy Little Thing Called Love y Another One Bites The Dust se convirtieron en himnos instantáneos y dominaron las listas de éxitos.

Hoy, cuatro décadas y media después, el legado de este disco sigue intacto. The Game no solo consolidó a Queen como una banda versátil, sino que demostró que, cuando se trata de reinventarse, ellos siempre van un paso adelante.