Roberta Flack: Adiós a una leyenda de la música soul y jazz
Escrito por: la x mas música
Publicado: 25 Feb 2025 9:55:55 AM

La X mas música
La icónica cantante y pianista deja un legado imborrable en la historia de la música
El mundo de la música despide a una de sus voces más inolvidables. Roberta Flack, la aclamada cantante, pianista y compositora, falleció este lunes a los 88 años. Reconocida por su talento inigualable para fusionar géneros como el soul, el jazz y el R&B, su voz cálida y profunda ha sido la banda sonora de generaciones.
Nacida el 10 de febrero de 1939 en Blackburg, Virginia, Flack no solo destacó por su extraordinaria interpretación vocal, sino también por su virtuosismo al piano y su sensibilidad como compositora. Su música, cargada de emoción y sofisticación, sigue siendo un referente indiscutible en la historia de la música. Entre sus múltiples éxitos, Killing Me Softly With His Song se erige como su obra maestra, una balada inmortal que redefinió el soul y conquistó el mundo en 1973.
Los primeros pasos de una estrella
Desde temprana edad, Roberta Flack mostró una afinidad natural por la música. Su talento al piano la llevó a estudiar en la prestigiosa Universidad de Howard, donde se graduó con honores en música. Aunque comenzó su formación en la música clásica, pronto encontró en el soul y el jazz un vehículo ideal para expresar su arte.
Durante los primeros años de su carrera, se consolidó en la escena musical con su inconfundible estilo, una fusión perfecta entre la elegancia del jazz y la pasión del soul. Sin embargo, fue en 1973 cuando su nombre quedó grabado en la historia con el lanzamiento de Killing Me Softly With His Song, un tema que la catapultó al estrellato internacional.
El fenómeno de Killing Me Softly
La historia de Killing Me Softly With His Song es tan fascinante como la propia interpretación de Flack. Escrita por Norman Gimbel y Charles Fox, la canción fue grabada originalmente por Lori Lieberman, pero fue la versión de Roberta la que capturó la esencia del tema y la llevó al número uno en las listas de Billboard.
La balada, que relata la experiencia de alguien que se siente profundamente conmovido por una canción que parece narrar su propia vida, encontró en la voz de Flack una intérprete capaz de transmitir cada matiz emocional con una delicadeza incomparable. Su ejecución al piano y su interpretación apasionada la convirtieron en un himno atemporal, consolidando su estatus como una de las grandes figuras de la música.
Su impacto fue inmediato: el tema se convirtió en un fenómeno global, ganó dos premios Grammy y se mantuvo en la cima de las listas de éxitos durante semanas. A lo largo de los años, ha sido versionado por múltiples artistas, incluidos The Fugees en los años 90, pero ninguna interpretación ha logrado igualar la intensidad y el magnetismo de la versión original de Flack.
Un legado que trasciende generaciones
Más allá de sus éxitos comerciales, Roberta Flack ha sido una fuerza transformadora en la música. Con una carrera que abarcó más de cinco décadas, dejó un catálogo de canciones que siguen resonando en el corazón de millones de personas. Temas como The First Time Ever I Saw Your Face y Where Is the Love?, en colaboración con Donny Hathaway, demostraron su versatilidad y capacidad para emocionar con cada nota.
Su influencia se extiende mucho más allá de sus propias canciones. Como mujer afroamericana en la industria musical, abrió puertas para futuras generaciones de artistas y dejó una huella imborrable en el jazz, el R&B y la música soul. Su legado no solo se mide en premios y reconocimientos, sino en la inspiración que ha brindado a cantantes y músicos de todas las épocas.
Un adiós, pero no un olvido
Aunque Roberta Flack se ha ido, su música sigue viva. Su voz, llena de matices y emoción, continúa tocando los corazones de quienes encuentran en sus canciones un refugio y una fuente de inspiración. Killing Me Softly With His Song sigue siendo un himno que, más de 50 años después de su lanzamiento, sigue conmoviendo a nuevas generaciones de oyentes.
El mundo de la música pierde a una de sus grandes figuras, pero su arte permanece. Su legado trasciende el tiempo, recordándonos que la verdadera grandeza de un artista radica en su capacidad de emocionar y perdurar en la memoria colectiva.