Un proyecto musical revive la voz de la artista con orquesta en vivo, despertando emociones y también debate.

Aunque Whitney Houston falleció en 2012, su voz vuelve a sonar en los escenarios con The Voice of Whitney: A Symphonic Celebration, una gira por Estados Unidos que combina inteligencia artificial con el poder de una orquesta en directo. Gracias a una tecnología capaz de aislar sus grabaciones originales, el público podrá escuchar sus clásicos como I Will Always Love You o I Wanna Dance With Somebody en una experiencia que mezcla música, proyecciones y material inédito de la cantante.

El espectáculo, avalado por la familia de Houston, busca rendir homenaje a su legado sin recurrir a hologramas, como en intentos pasados. Sin embargo, no ha estado exento de polémica: mientras algunos lo ven como una celebración emocionante y respetuosa, otros cuestionan los límites éticos de usar inteligencia artificial para “revivir” a artistas que ya no están. La gira, más que un concierto, se presenta como un experimento que abre la discusión sobre cómo la tecnología puede transformar —o distorsionar— el futuro de la música en vivo.