Más allá del estudio de grabación, el reconocido productor estadounidense revela detalles íntimos de su relación con Selena Gomez, sus aprendizajes emocionales y su visión sobre las relaciones de pareja.

Benny Blanco, uno de los cerebros creativos más prolíficos del pop contemporáneo, está acostumbrado a dejar su huella detrás de grandes éxitos. Ha trabajado con figuras como Katy Perry, Justin Bieber y Britney Spears, pero en los últimos meses, su nombre ha resonado con fuerza también por razones personales: su compromiso con la cantante Selena Gomez y un nuevo álbum compartido que refleja una conexión artística y emocional profunda.

El productor, que firmó su primer contrato profesional a los 20 años con Kasz Money Productions, inició su camino en la industria con una participación clave en Circus de Britney Spears, tema que dominó las listas en 2008. Desde entonces, ha construido una carrera sólida, en la que combina talento, intuición musical y sensibilidad.

En marzo, Benny y Selena sorprendieron al público con el lanzamiento de I Said I Love You First, un álbum de 22 pistas que mezcla géneros, idiomas y colaboraciones con artistas como Gracie Abrams, J Balvin, Tainy y The Marías. La química entre ambos no solo se percibe en lo sonoro, sino también en la narrativa emocional que atraviesa el proyecto.

Durante una conversación reciente con InStyle, Blanco se abrió sobre cómo evolucionó su relación con Selena. “La conocí cuando ella tenía 16 años, pero no fue hasta años después que empezamos a trabajar juntos. Nunca creí eso de que ya conoces a la persona con la que pasarás tu vida… hasta que me pasó”, confesó con honestidad.

Otro detalle curioso que compartió fue su transformación en fan de Taylor Swift gracias a su pareja: “Selena me llevaba en auto y me ponía esas canciones profundas. Al principio no entendía, pero luego me rendí: Taylor es brillante. Ahora soy un Swiftie más”.

Antes del romance, ya había química musical. En 2015, Blanco produjo Same Old Love y Kill Em With Kindness para el álbum Revival de Gomez, marcando el inicio de una relación artística que con el tiempo se volvió personal.

El productor también aprovechó para hablar sobre su forma de entender las relaciones, influenciado por el ejemplo de su madre, quien enfrentó situaciones sentimentales complejas. “Ella siempre se tomó el tiempo de enseñarme cómo piensa una mujer. Eso me marcó mucho”, explicó. “He vivido momentos duros, pero siempre me he sentido una persona feliz, agradecido con la vida”.

En cuanto a los errores comunes que observa en las relaciones, Blanco fue directo: “A veces los hombres no escuchamos. Una mujer te dice lo que necesita, pero no siempre prestamos atención. Ahí empiezan los problemas”.

También reflexionó sobre cómo ha aprendido observando a otros: “No tuve una figura masculina que me guiara, pero veo a mis amigos. A veces hacen algo y pienso ‘jamás haría eso’. Otras veces, veo un gesto bonito y digo ‘me lo voy a copiar’. Todo es aprendizaje, siempre que sigas escuchando”.

Mientras Selena continúa grabando la quinta temporada de Only Murders in the Building en Nueva York, Benny sueña con el futuro. “Quiero formar una familia, ser papá. Amo a los niños, me encanta ser tío… y cada día le pido a Dios por eso”.

Un productor que entiende que la armonía no solo se crea en la música, sino también en el amor, cuando uno decide vivir con los oídos —y el corazón— bien abiertos.