Lo que parecía un simple guiño entre universos animados se convirtió en una colaboración oficial: Gorillaz y Las Chicas Superpoderosas comparten algo más que estética.

Pocos imaginaron que el universo de Gorillaz y el de Las Chicas Superpoderosas podrían algún día entrelazarse de manera oficial. Sin embargo, esa conexión es completamente real y tiene nombre propio: Ace, el reconocido villano de la Banda Gangrena. Este personaje dejó temporalmente las calles de Saltadilla para formar parte de la agrupación liderada por 2D, Russel y Noodle, cuando su habitual bajista, Murdoc Niccals, fue enviado a prisión por razones que nunca fueron del todo claras.

Este curioso crossover se materializó durante la promoción de The Now Now, el sexto álbum de estudio de Gorillaz, lanzado en 2018. Ante la ausencia de Murdoc, Damon Albarn y Jamie Hewlett —los cerebros creativos detrás del proyecto— decidieron sumar a Ace a las filas de la banda. Lo curioso es que esta decisión no solo fue creativa, sino también emocional: ambos admitieron ser fans declarados de Las Chicas Superpoderosas desde sus inicios, y sintieron que el espíritu de Ace encajaba con el mundo caótico, irónico y rebelde de Gorillaz.

La participación de Ace quedó oficialmente plasmada en los videoclips de "Humility" y "Lake Zurich", donde aparece tocando el bajo con total naturalidad, como si siempre hubiese sido parte del grupo. Según explicó Albarn en una entrevista para la BBC Radio 6, fue Jamie quien sintió una conexión "espiritual" entre Ace y Murdoc. “Perdimos a un integrante por un tiempo y necesitábamos cubrir ese vacío con alguien que tuviera una vibra similar… Ace fue perfecto”.

Más allá del crossover, la incorporación de Ace fue aprobada incluso por los creadores de Las Chicas Superpoderosas. En tono de broma, Albarn mencionó que "las propias Chicas le dieron permiso para unirse al grupo", reforzando el carácter lúdico y fantástico de la alianza.

Aunque Ace no formará parte del grupo de manera permanente, su paso por Gorillaz quedará como una curiosa anécdota musical y un guiño al universo animado que tantos fans comparten. Un recordatorio de que, en el mundo de la animación (y de la música), todo es posible si la historia lo permite.