Por primera vez, los ingresos generados por los derechos de autor de la música han superado a la recaudación de taquilla del cine a nivel global.

Según un informe de Will Page, ex economista jefe de Spotify, la música alcanzó un valor total de 45.500 millones de dólares en 2023, superando ampliamente los 33.200 millones recaudados por el cine. Este cambio marca un giro importante en la industria del entretenimiento, ya que en 2019 el cine generaba un 33% más ingresos que la música.

Crecimiento exponencial de la música grabada y en vivo

Desde 2021, los derechos de autor en la música han experimentado un crecimiento anual promedio del 11%. Curiosamente, las ventas de vinilos han registrado un incremento más rápido que el streaming, con un 13,4% frente a un 10,4%, respectivamente. Este auge refleja un renovado interés por los formatos físicos, mientras el streaming sigue consolidándose como el pilar de la industria musical.

En términos de distribución, los sellos y artistas captan el 63% de los ingresos, mientras que los compositores y editores reciben el 37% restante. Además, las interpretaciones en vivo generan un volumen significativo de regalías, superando incluso a las obtenidas por licencias públicas, según datos de las Organizaciones de Gestión Colectiva.

El impacto de la digitalización en la música

El informe destaca que los ingresos digitales de la música ahora superan a los provenientes de la radiodifusión, un cambio que subraya la creciente influencia de la era digital. Paralelamente, el número de creadores musicales sigue en aumento: actualmente se estima que hay 75,9 millones de artistas y productores activos, una cifra que podría llegar a los 198,2 millones en 2030.

Este crecimiento exponencial refleja no solo la transformación tecnológica de la industria, sino también un acceso democratizado a las herramientas de creación y distribución musical, permitiendo que más personas participen en el sector.

Un cambio histórico en el entretenimiento

El hecho de que la música haya superado al cine en ingresos globales marca un momento histórico para ambas industrias. Este fenómeno no solo destaca el resurgimiento de formatos clásicos como los vinilos, sino también el poder del streaming y la relevancia de las experiencias en vivo.

La música, más vibrante que nunca, se posiciona como la forma de entretenimiento dominante en un mundo donde las preferencias del público están en constante evolución.