Ozzy Osbourne falleció a los 76 años, dejando atrás una carrera que marcó generaciones.

Fue el inconfundible vocalista de Black Sabbath, una de las bandas que cimentó el heavy metal, y luego brilló como solista con éxitos como Crazy Train o No More Tears.

Nacido en Birmingham, Ozzy dejó la escuela muy joven, y en 1968 fundó Black Sabbath, grupo con el que revolucionó la música con riffs oscuros y letras provocadoras. También se convirtió en un ícono cultural gracias a su estilo único y a momentos tan polémicos como el famoso episodio del murciélago en pleno concierto. En los 2000 se metió a los hogares de millones con su reality The Osbournes, ganando incluso un Emmy.

Aunque en los últimos años luchó contra el Parkinson, Ozzy nunca dejó de ser una figura clave del rock. Su última presentación fue en Birmingham, su ciudad natal, rodeado de artistas que lo admiraban. Con cinco premios Grammy, su influencia seguirá viva en cada acorde de guitarra que grite rebeldía.