Hace una década, Lady Gaga y Katy Perry se enfrentaron con dos exitosas canciones, desencadenando una rivalidad inesperada y un impacto duradero en la cultura pop.

En el 2013, la pregunta "¿Eres una Katy o una Gaga?" resonaba en la cultura pop mientras estas dos divas se preparaban para lanzar nuevas eras musicales después de sus discos exitosos. A pesar de su individualidad, la comparación y rivalidad entre ambas creó un revuelo en sus seguidores.

 

La batalla se intensificó cuando, en agosto de ese año, Lady Gaga lanzó "Applause" y Katy Perry lanzó "Roar" casi simultáneamente, desencadenando una competencia por el primer lugar en las listas musicales.

 

 Ambas artistas ya eran pilares del pop en los 2010s, con Lady Gaga impresionando con su estilo provocador y sus discos exitosos, mientras que Katy Perry se destacaba como una contraparte más alegre y extravagante.

La batalla por el primer lugar se convirtió en un fenómeno en tiempo real, en el que los fanáticos competían minuto a minuto para asegurar la supremacía de su favorita en las listas de éxitos.

Aunque ni Lady Gaga ni Katy Perry lograron debutar en el #1 debido a filtraciones y cambios en las ventas, Katy Perry se alzó como la "victoriosa" en esta contienda, vendiendo más copias de "Roar" en su primera semana en comparación con "Applause".

La batalla entre Lady Gaga y Katy Perry marcó un momento icónico en la cultura pop, desencadenando un enfrentamiento en las listas que reflejaba su influencia y popularidad. Aunque su rivalidad se desvaneció con el tiempo, su impacto dejó una huella duradera en la historia del pop y sirvió como recordatorio de la diversidad y creatividad del género musical en ese entonces.