El hombre tras la portada del disco Nevermind de Nirvana, Spencer Elden fue el que  interpuso la demanda contra el grupo y perdió.

En el año 1991, la banda  lanzó un exitoso disco que los llevó a la fama mundial. “Nevermind”, el cuál destronó de los primeros lugares de las listas a Michael Jackson y los hizo grabar, por ejemplo, una icónica sesión en MTV Unplugged.

Sin embargo, este éxito estuvo lleno de polémicas, ya que en su portada incluía la foto de un bebé nadando en una piscina. En este entonces, los originarios de Seattle pagaron a la familia una suma de $200.000 dólares por el uso de la imagen.

Años más tarde, quien apareciese en la portada, Spencer Elden, demandó a los miembros de Nirvana por perjuicios y daños que le causó esta, en su infancia.

Tras un largo juicio, el viernes pasado el juez federal del Estado de California, Fernando M. Olguín, desestimó la denuncia interpuesta por Spencer argumentando que la denuncia se presentó después de la prescripción de este tipo de denuncias, que es un total de 10 años.

Además, argumentó que no cumplió con los plazos para responder a la moción de desestimación, interpuesta por los acusados.

Por su parte, Elden Spencer declaró en tribunales y a múltiples medios, tales como GQ Australia, que "no se sentía cómodo con que las personas lo vieran desnudo". Además de que la portada "invadía su privacidad".

Según The New York Times,  Spencer había estado buscando $150.000 dólares por cada uno los involucrados en la portada del disco. Que ascienden a un total de 15 personas.

A pesar de esto, el hombre tras la portada deberá rescindir de obtener esos valores, puesto que su caso quedó archivado para siempre y el disco Nevermind de Nirvana se mantendrá en los catálogos de música internacional.