Un  22 de junio de 1981  Mark Chapman se declara culpable por el asesinato de Lennon.

Han pasado 41 años del fallecimiento de John Lennon, pero su legado musical, continúa vivo. Aun los fanáticos se preguntan ¿Qué sucedió el día de su asesinato? ¿Por qué Chapman acabó con su vida? El 8 de diciembre de 1980, Yoko Ono y John Lennon se encontraban en Nueva York atendiendo una apretada agenda producto de la promoción de Double Fantasy, el cual se lanzó tres semanas antes y se convertiría en el último álbum del cantante. El disco significaba el regreso del ex Beatle a la industria luego de cinco años sin grabar para dedicarse a su vida familiar. 

Las últimas horas de John Lennon: 

 La mañana transcurrió con normalidad, desayunó como de costumbre unos huevos benedict en uno de sus lugares predilectos (La Fortuna) y tras hacerse un corte de cabello regresó a su departamento en el edificio Dakota, ubicado en la esquina de la calle 72 y Central Park West, en el Upper West Side de Manhattan, NY.  Horas después de su sesión fotográfica con Annie Leibovitz para la portada de la revista Rolling Stone, Lennon pasó alrededor de tres horas contestando las preguntas del locutor Dave Shaolin, de la estación de radio RKO. Un repaso por su carrera y la situación política desembocó en las conocidas -que resultaron irónicas- declaraciones del artista: "Mi obra no estará finalizada hasta que esté muerto y enterrado. Y espero que para eso todavía falte mucho tiempo".  ¿Por qué Chapman mató a John Lennon? Al salir del edificio el ex Beatle se topó con un supuesto fan. (Sí, aquel que terminaría siendo su asesino) llamado Mark Chapman que le pidió un autógrafo. El músico con gusto le firmó una copia de Double Fantasy; el momento quedó capturado por el fotógrafo Paul Goresh, nadie imaginó que el fan regresaría para quitarle la vida.


Diez minutos antes de que el reloj marcara las 23 horas, Lennon -de 40 años- entraba al edificio de su casa cuando Chapman lo interceptó y le disparó en cinco ocasiones, una de las balas paró en el edificio, pero el resto dieron directo en el cuerpo del cantante.  "Lo asesiné porque era muy, muy, muy famoso, y yo estaba muy concentrado buscando la gloria personal. Fui muy egoísta. Quiero añadir eso, y enfatizarlo profundamente. Fue un acto extremadamente egoísta. Lamento el dolor que le causé a ella (Yoko)", dijo Chapman en diciembre de 2020. 

Esa noche Chapman permaneció en el lugar del asesinato leyendo El guardián entre el centeno, novela de J. D. Salinger con la que estaba obsesionado y que dio forma a su plan para matar a Lennon. 

Mark Chapman -quien actualmente continúa en prisión pese a sus intentos de conseguir libertad condicional- era un agente de seguridad y estaba casado. Viajó desde Hawái a Nueva York con el único objetivo de abatir al ex Beatle.  "Era extremadamente famoso. No lo maté por su personalidad o la clase de hombre que era. Era un hombre de familia. Era un ícono. Era alguien que hablaba de cosas de las que ahora podemos hablar y eso es excelente", afirmó.